Pues sí! Ya están aquí las vacaciones y con ellas el verano!
Es tiempo de descanso escolar, ha costado este último trimestre y el final de curso ha sido raro. Sin embargo, hay que celebrar la llegada de las vacaciones de verano como se merecen. Veladas, baños, juegos y encuentros. El verano también es tiempo de lectura, de aprendizaje, de actividades artísticas y con todo ello, de plantarle cara al aburrimiento.
Ya sabéis que es otra manera de aprender, jugar constituye la mayor fuente de estímulos para un aprendizaje eficiente. Nos aporta reto, afán de superación, feedback inmediato, recompensas y, sobre todo, emoción.
Los niños y niñas necesitan jugar para aprender y necesitan aprender jugando. Jugar es un derecho de la infancia. El niño/a quiere y necesita jugar. Hay muchos tipos de juegos: juego al aire libre, juego tradicional, juego con consola, juego de mesa, juego simbólico, …cada uno de ellos en solitario o acompañado, compitiendo o cooperando.
La amplia variedad de juegos y juguetes que existen en la actualidad es inabarcable. El abanico es asombroso, multitud de marcas nos ofrecen juguetes y juegos de diferentes materiales, diseños y finalidades. Elegir en ocasiones es complicado. Y como en cualquier otro ámbito de la vida, en la variedad está el gusto. Debemos tener en cuenta las necesidad, gustos y preferencias del menor junto a la importancia de cubrir las diferentes competencias.
El juego surge donde y con lo que menos te esperas, y si es en un ambiente de confianza y serenidad, mejor. Y esto último está en manos de las familias. Nuestro tiempo con ellos es el mejor regalo que podemos ofrecerles. Y como decía un famoso anuncio televisivo: la cara que se le queda a tu hijo/a cuando juegas con él/ella no tiene precio, para todo lo demás: Julipata.