El aburrimiento en el coche, el avión o el tren es frecuente cuando viajamos con niños/as. En un primer momento van entusiasmados/as con la situación y lo que les espera, pero cuando el viaje avanza o es más largo de lo habitual no encuentran diversión y se quejan. Al no tener cerca herramientas (juegos, juguetes, materiales, …) recurrimos a lo que tenemos a mano y que sabemos que va a solucionar la situación… la pantalla. Creyendo que las cogerán un rato y después pasarán a otra actividad. Nada más lejos de la realidad. La pantalla tiene un poder absorbente y cuando queremos retirarla es difícil y la situación de tranquilidad se convierte en un conflicto desagradable.
Así que, si podemos evitarla, mejor. Pero… ¿cómo?
Podemos empatizar con ellos al anticipar lo que sentirán por no poder hacer lo que les gustaría al ir sujetos en el medio de transporte. Ese ejercicio de empatía exige una cierta anticipación por nuestra parte que consiste en preparar una buena sesión de juegos de viaje. Juegos que nos traigan buen humor y quepan en cualquier equipaje. Llenos de diversión, adivinando, pensando, calculando y contando historias.
En el caso concreto del viaje necesitamos juegos y juguetes de pequeño tamaño, con pocas piezas y de fácil recoger Que sean variados para desafiar la mente (tocando las diferentes competencias) y asequibles para todos los miembros de la familia.
Es otra manera de aprender, es un aprendizaje basado en el juego que se puede hacer en familia y en compañía de los/as que te acompañen en tu viaje.
Te recomiendo: la colección de cartas Black stories y su versión para peques, los IQ de Smartgames, los Magnéti´book de Janod, los juegos clásicos magnéticos de Cayro, supersix, Story Cubes, Rainbowball y otros cubos tridimensionales, …
Pásate o llámanos y te aconsejamos según la edad y gustos familiares